Hace 15 días terminó en Colorado Springs, Estados Unidos, el Campeonato Panamericano Senior que otorgaba una plaza por categoría de peso para los Juegos Olímpicos de Beijing. Por primera vez en la historia de esta competición los combates finales pudieron verse en directo vía Internet gracias a
Live Sports Video y tanto las llaves de competencia como toda la cobertura del evento fue inmejorable para los que lo miramos desde acá. (Ver cobertura de
The Mat con muchos videos del torneo)
Representando a nuestro país compitieron Patricia Bermúdez (48kg) de Santiago del Estero, Alfredo Silva (66kg Libre) de Alas y Raíces e Igor Maliguine (84kg Libre) de Boca Juniors. Patricia y Alfredo viajaron con fondos de la Secretaría de Deporte mientras que Igor se pagó de su bolsillo tanto el pasaje como los gastos de inscripción y alojamiento. Todos quedaron eliminados antes de llegar a las ruedas finales, Patricia perdió en su presentación ante la ecuatoriana Katiuska Toaza y Alfredo fue superado por el venezolano Roberty. Por su parte, Igor venció en su primer combate al bahamaeño Jason Rolle por puesta de espaldas y luego cayó derrotado por el venezolano Rosmel Gil por puntos en segunda ronda.
Aunque quedan más fechas clasificatorias en los tres estilos
(Ver cronograma de preolímpicos) se ve muy difícil que algún compatriota pueda vivir esa experiencia. Estamos tan ocupados en sobrevivir que a duras penas podemos incursionar en el terreno internacional. Lo hacemos de forma muy intermitente para un deporte que precisa de roce continuo y superador y ni siquiera contamos con una competencia interna de nivel, lo que agudiza todas las falencias.
La realidad de hoy es que en Brasil, Colombia y Venezuela (por citar sólo tres países de nuestro continente) los atletas pueden planificar su largo plazo con claridad y ciertas seguridades y asimismo muchos entrenadores. Aquí un atleta de primer nivel entrena si es que le queda tiempo luego de 12 horas de trabajo y su entrenador, que pudo escaparse antes de su trabajo principal (aquel que le da de comer), intenta mantenerlo en forma deportiva y motivado con poco y nada al tiempo que trata de no descuidar el nivel inicial y que los escolares y cadetes lleguen a juveniles con fundamentos. Es toda una tarea, así que habrá que seguir trabajando muy duro, organizarse mejor entre clubes y entrenadores y también reclamar mucho más para que la Lucha Olímpica pueda ser un lugar donde los que intervienen puedan armar un plan de vida. Cuando logremos eso seguramente estaremos más cerca de obtener plazas olímpicas y seguramente ya habremos conseguido unos cuantos títulos sudamericanos.