Wilfried Dietrich entró a la sala de entrenamiento de las instalaciones olímpicas en Munich seguro de encontrar a su rival de horas después. Cuando vio la enorme masa de Chris Taylor asomarse inconfundible sobre el resto de los luchadores casi corrió hacia él. Ya más cerca comenzó a preguntarle por su vida y su familia y cuando lo tuvo enfrente lo abrazó e intentó cargarlo, tal como lo harían viejos amigos que no se vieron por un tiempo. Uno de los entrenadores del equipo norteamericano observó el afán del alemán por estrechar con tanto cariño al gigante de 190 kilos y sintió que algo andaba mal. Pero no lo iba a constatar hasta unos días después.
Taylor tenía 22 años y un único antecedente en el mundial de 1970, con el cuarto puesto en estilo Greco. En Munich iban a enfrentarse en los dos estilos, primero en libre, donde Taylor ganaría sin dificultades para luego llevarse el bronce (de ese combate es la primera foto), y luego en el estilo clásico, donde el alemán (que en la balanza daba apenas más de 100kg) haría lo que nadie hasta ese momento creía posible; abrazar de nuevo a la mole de casi 200 kilos pero esta vez para lanzarlo en souplé de frente y ganarle por puesta de espaldas.
La imagen tiene ya dos años y fue tomada durante un torneo internacional de Sumo en la ciudad de Las Vegas. Como la foto, toda la galería del fotógrafo Donald Miralle Jr. es imperdible, lo que lo llevó a ganar en 2006 el segundo premio en la categoría deportes de la asociación de fotoperiodistas de los Estados Unidos.*Gracias Carlos por el video.
El campeonato del mundo que terminó en Baku hace algo más de quince días abrió el camino a Beijing 2008. Los ocho primeros ubicados en cada peso, tanto en masculino como en femenino, consiguieron el pasaje directo a los Juegos Olímpicos del año que viene. Los que no, lo intentarán en las tres chances que restan para hacerlo desde los próximos meses, a saber:
La nueva joyita de ASICS se llama Cael V3.0. Viene en seis colores distintos y con unas cuantas variantes con respecto a los modelos anteriores de la misma línea, todos inspirados en el campeón olímpico estadounidense Cael Sanderson. A un costo en los Estados Unidos de ochenta dólares el par (según la tienda el precio puede variar), sólo resta esperar que la filial local de la empresa japonesa las importe, tal como Adidas lo hizo con el modelo Ataak hace dos años. (Si algún lector consigue el mail del importador local de ASICS que lo socialice así les metemos presión para que las traigan) 
