Los luchadores de Terma

Esta publicidad de Terma salió al aire en la Argentina el año pasado y cuando se la conté a un amigo que vive en Europa no me creyó ni una palabra. Ahora la encontré en You Tube y ya no hay posibilidades de que siga dudando.

El gran Saitiev

"Hay muchos motivos por los que todavía quiero luchar. Pero lo más importante para mi es la alegría que me brindan mis fanáticos. Después de la lucha final contra Murtazaliev (en el campeonato de Rusia 2008, lo que lo clasificaba para los Juegos de Beijing) la gente lloraba. Eso me conmovió profundamente; ver niños, gente adulta, abuelos llorando y pidiéndome que trajera de China el tercer oro olímpico. Eso es para mí lo más importante que me da este deporte, el amor de la gente."

Buvaisar Saitiev, al diario ruso Deporte Express, junio 2008.

Sé que pasaron varios meses de los Juegos Olímpicos, pero la deuda con el enorme Saitiev seguía en pie y era hora de pagarla. En su cuarta participación en Juegos Olímpicos, este habitante de Dagestán y checheno de sangre conquistó su tercera medalla de oro e igualó a Alexander Medved, para acompañarlo en el privilegio de ser los únicos libristas de la historia en acumular tal cantidad de preseas. Cuando regresó a territorio ruso, los festejos se multiplicaron y hasta fue homenajeado en el Kremlin, pero seguramente lo que más disfrutó fue su llegada a Grozny, capital de la república de Chechenia. Así lo retrató la televisión rusa.

Las dos miradas del escape de Passarelli

Final de los 57 kilos estilo Greco en los Juegos Olímpicos de Los Angeles 1994. El alemán Pasquale Passarelli le ganaba claramente al japonés Masaki Eto por 8 a 1 y hasta ahí estaba consiguiendo el único título que le faltaba; ya en 1981 se había consagrado campeón europeo y campeón mundial de la misma categoría. A un minuto cuarenta segundos del final, el japonés, oro en el campeonato mundial del año anterior, llevaría al alemán a posición de peligro con una perfecta toma de anca y entonces sí, allí iba a empezar a gestarse la hazaña de un escape casi imposible.
El primer video es la versión completa de esta historia, y aunque le falte calidad de imagen le sobra ambiente. El segundo, con la cámara en otra posición, comienza con la magnífica ejecución técnica de Eto, cuando quedaba poco más de un minuto y medio de combate.